San Juan Nepomuceno
Del Libro Almanaque Escuela Para Todos 2006
Tumba de San Juan Nepomuceno en la Catedral de San Vito, en la ciudad de Praga.
Desde hace muchos siglos, a San Juan Nepomuceno se le ha llamado el mártir del secreto de confesión. Nació alrededor del año 1340 en un pueblito de Bohemia llamado Nepomuk. Por eso le llamaban Nepomuceno. Hoy en día Bohemia forma parte de la República Checa, un país de Europa.
El mayor deseo de Juan era ser sacerdote. Después de su ordenación fue párroco en la ciudad de Praga. Tenía tal facilidad de palabra, que pobres y ricos acudían a escucharlo y muchos se arrepentían con sólo escucharlo. Más adelante ocupó el cargo de Vicario General del Arzobispado.
Por aquel tiempo el rey de Bohemia se llamaba Wencelao. Y cuando conoció a Juan Nepomuceno lo nombró confesor de la reina. Fue entonces cuando empezaron las dificultades para Juan.
Wenceslao era un hombre a quien todos temían, pues lo creían capaz de cualquier atrocidad. Con gran dolor Juan Nepomuceno observaba el trato cruel que el rey daba a sus servidores. Ante tanta injusticia no podía quedarse callado. A riesgo de despertar la cólera del rey, un día le dijo que su actitud iba en contra de los principios de una persona que se decía cristiana.
Además de colérico, el rey era un hombre muy celoso. Al ver que su esposa se había vuelto muy piadosa, le dio por pensar que seguramente había cometido un pecado muy grave, por el que tenía que cumplir una dura penitencia.
Cegado por los celos, el rey mandó llamar a Juan y le pidió que le revelara los pecados que su esposa le había dicho en confesión. Juan se negó rotundamente a romper el secreto de la confesión. Ante la insistencia del rey, diciéndole que era una orden, le respondió que la ley de Dios está por encima de la ley de los más altos reyes.
La temida reacción del rey no se hizo esperar y ordenó que Juan Nepomuceno fuera encarcelado. Durante los días que estuvo en prisión sufrió muchas torturas para hacerlo cambiar de opinión. Pero una y otra vez Juan se mantuvo firme en su decisión.
Finalmente, viendo que no iba a poder lograr su propósito, el rey dispuso que Juan Nepomuceno fuera asesinado en secreto. Ordenó que lo ataran doblado con la cabeza sobre los pies y lo lanzaran al río Moldava, que atraviesa la ciudad de Praga, para que muriera ahogado. Así lo hicieron, lanzándolo debajo del puente que une las dos partes de la ciudad. Vecinos del lugar encontraron después su cuerpo para darle sepultura.
Desde la muerte de San Juan Nepomuceno en el año 1393, se le considera patrono de los confesores, porque prefirió morir antes que romper el secreto de confesión. Fue canonizado en 1729 por el Papa Benedicto Trece. Su fiesta se celebra el 16 de mayo.
A un lado del puente desde donde fue lanzado al río se levantó un monumento con la imagen del santo. En la parte de abajo se representan escenas de su martirio. Es costumbre que las personas que visitan la ciudad de Praga toquen el monumento para que el santo les conceda regresar pronto.